Juan Ignacio Reales. Presidente de la Hdad. Matriz de Almonte.
> ¿Cómo afronta esta romería? ¿Hay alguna novedad destacable?
La afronto con una especial ilusión, porque todas las romerías son el final del camino para el que llevamos preparándonos todo el año, tanto a nivel personal como de hermandad, y también con una especial responsabilidad. Desde que ocupo el cargo de responsabilidad en la Junta de Gobierno, la Romería es una de las cosas que más nos preocupan y que más ocupan nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.
Sabemos lo mucho que hay en juego, la cantidad de personas que se ponen en camino y a las que hay que garantizar la seguridad y unas condiciones mínimas de comodidad. Así que es una mezcla de ilusión y de responsabilidad.
«La Romería es una de las cosas que más nos preocupan y que más ocupan nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.».
> Pero esta no es una Romería cualquiera…
Efectivamente, estamos en el principio de un camino que va a marcar un ciclo especialmente bonito y privilegiado en el devenir de la historia del Rocío. En esta Romería iniciamos ese ciclo que comprenderá el inicio de la celebración del Centenario de la Coronación, con la procesión extraordinaria del día 8 de septiembre, y que durará todo el año; el Año Jubilar que se inaugurará en la Romería de 2019 y durará hasta la de 2020 y la Venida de la Virgen al pueblo de Almonte, así que la vivo con la ilusión de saber que es el comienzo de un ciclo histórico e ilusionante.
> El Plan Romero y Aldea están ya plenamente consolidado, ¿marca eso una gran diferencia a la hora de afrontar los preparativos?
Sí, sin duda. El Plan Romero va funcionando año tras año y creo que cada vez se cubren más necesidades, incluso en los años pasados en los que hemos vivido momentos de dificultades económicas y presupuestarias por la crisis, en el Plan Romero se han mantenido los servicios esenciales. Y en estos años así se ve, incluso con un incremento de recursos en todas las administraciones. El esfuerzo que se hace es muy notable y muy de agradecer por parte de los rocieros como beneficiarios de estos servicios. Sentimos que nuestras necesidades están atendidas por las administraciones públicas, que por otro lado es algo que nos corresponde como ciudadanos.
Pero además creo que en el caso del Rocío todas las administraciones ponen un plus, van más allá de lo que estrictamente es su profesionalidad. Hay un sentimiento rociero que se nota en el trabajo, en la coordinación entre distintas administraciones que todos sabemos que no es nada fácil y en líneas generales estamos muy satisfechos, aunque eso no significa que no queden cosas por pulir.
> ¿Qué queda por solucionar?
Hay cuestiones que nos gustaría que quedaran solventadas de cara al presente y al futuro. El Rocío es una realidad viva y cambiante. En los últimos años notamos que las hermandades crecen y aumentan, y hay un contraste con los años de crisis, en los que en los caminos había menos gente y vehículos. Como consecuencia de esto hay caminos y lugares de acampada que se muestran insuficientes y nos gustaría que esto se entendiera por parte de las administraciones. Sabemos que se hace un esfuerzo por atender las necesidades de los rocieros, pero hay que ampliar con nuevos espacios y caminos o recuperar aquellos que estén en desuso. Esto implica al mismo tiempo un esfuerzo por parte de las hermandades, que tienen que renunciar o cambiar a algo por el bien común. En ello estamos trabajando, la disposición es buena, pero hay cosas que no se han resuelto del todo.
> ¿Tiene límite el Rocío?
Sinceramente, no lo sé. Pero tengo claro que esos límites no los podemos poner nosotros desde el pueblo de Almonte o desde la Hermandad Matriz. Para nosotros es un honor y un orgullo que la imagen de nuestra Patrona sea venerada en todo el mundo, y eso es algo que nos tiene que llenar de alegría y de satisfacción, y al mismo tiempo es una responsabilidad muy importante: saber reconducir y reorientar ese crecimiento de forma que no altere la esencia y la autenticidad del Rocío.
Pero no podemos ser nosotros los que pongamos vallas a esa devoción.
> Dicen incluso que la rociera es la devoción del siglo XXI por antonomasia. ¿Qué le parece esta afirmación?
Me gusta y me parece acertada. Creo que dentro de las grandes devociones marianas del mundo es probable que la del Rocío sea la que más está creciendo en los últimos años, no sólo en lo cuantitativo, que es verdad que cada vez es más la gente que viene y de la procedencia más diversa, sino también desde el aprecio que se le tiene a esta devoción por parte de gente que viene de otros mundos, que no son provenientes del ámbito rociero. Eso se ha reconocido con la concesión por dos veces del Año Jubilar, o con el reconocimiento del Santuario como Nacional por la Conferencia Episcopal Española; la presencia de un grandísimo número de obispos españoles, la cabeza de la Iglesia en nuestro país; la presencia en acontecimientos internacionales por invitación del Vaticano, el aprecio y el compromiso de las instituciones públicas a todos los niveles… efectivamente creo que la devoción rociera está llamada a ser una de las más importantes de este siglo que estamos viviendo.
> Dentro de los hitos que se avecinan, ¿cuál es el que espera con mayor ilusión?
A mí me ilusiona especialmente celebrar el Centenario de la Coronación. Es un privilegio y una suerte que nuestra generación vaya a disfrutar de este acontecimiento. Es un motivo que me llena de alegría porque soy consciente de que la Coronación fue un momento de especial trascendencia en la historia del Rocío, nos hemos volcado en celebrarlo con mucha dignidad y me ilusionan muchas de las actividades que vamos a acometer. Pero no dejo aparte al mismo tiempo la ilusión que me causa la próxima Venida de la Virgen, ya que como almonteño es una de las cosas que más marcan nuestra vida y que con más anhelo esperamos. Y además, me satisface especialmente que por segunda vez se haya reconocido con el Año Jubilar.
> ¿Cómo invitarías a los devotos y a quienes quieran conocer la devoción rociera a aproximarse en estos meses?
A los devotos solo puedo invitarlos a que no se pierdan los momentos tan importantes que vamos a vivir. Creo que como rocieros van a tener esa oportunidad única que la vida les pone por delante. Y a los que nunca se hayan acercado al mundo del Rocío, les invitaría a que conozcan esta realidad, que es de las más importantes y atractivas que tenemos hoy día en toda España.
«El Rocío tiene muchos valores, principalmente los religiosos y espirituales, pero también culturales y medioambientales»
El Rocío es muy compatible con otras muchas cosas, es algo que se acompasa muy bien con otras realidades. El Rocío no quita, sino añade. Pero sobre todo, les invitaría a que se acerquen al Santuario y se sienten delante de la Virgen, que contemplen su imagen, y la propia Virgen se encargará de atrapar el corazón del que llegue hasta su casa.